El Pacto de Mayo propuesto por el poder ejecutivo nacional, que intentó firmarse en el marco del aniversario de la Revolución de Mayo en la ciudad de Córdoba, y que se concretó el 8 de julio de 2024, abre una oportunidad para revisar la función patriótica de la educación implementada hacia el Centenario de 1810 por la dirigencia del novecientos, y desde allí, recuperar los intentos de redefinir algunas concepciones ideológicas del patriotismo por parte del gobierno de turno.
Desde esta perspectiva se inicia una primera lectura del discurso del presidente Javier Milei, para el análisis de sus argumentaciones, que invocan una discursividad patriótica definida en un tiempo preciso con el objetivo de fundar la nacionalidad. Al respecto, dice Milei:
No es la primera vez que, después de años de guerra intestinas, representantes de los distintos confines del mapa político se reúnen para deponer las armas y encontrarse en torno a un nuevo orden. Esto ya nos pasó en mayo de 1853, cuando 24 convencionales en representación de las Provincias Unidas se reunieron para sancionar nuestra primera Constitución y darnos así una ley común para todo el territorio nacional. (Milei: 2024)
Es preciso recordar que los veinticuatro convencionales representaban solamente a trece de las provincias: Salta, Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuí (hoy Jujuy), Mendoza, La Rioja, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán. Buenos Aires no suscribió al documento, generando un movimiento de secesión de la provincia por casi una década.
En cualquier caso, Milei refiere más adelante: “Estábamos al borde del abismo, al borde de desaparecer como Nación” (2024). Existe un consenso generalizado en la historia conforme al cual la Nación recién comenzaría su proceso de consolidación hacia 1880. Así pues, lo que existe en este tiempo aludido por el presidente es el resultado de una Confederación urquicista, no una Nación. Sin embargo, el presidente remarca en el siguiente párrafo: “Pero gracias a la visión y el coraje de aquellos líderes, y la convicción de los miles de hombres libres que los siguieron, logramos adoptar una carta magna común, establecer las bases sobre las que construiríamos el nuevo orden, y constituirnos como Nación” (2024).
Buenos Aires se separa de la confederación, antes rosista y ahora urquicista, y se necesitarán sucesivos acuerdos posteriores, más la batalla de Pavón (1861), para que puedan volverse a unir los estados provinciales y conformar el Estado Nación en pos de fundar la República.
De allí desprende una apelación al proyecto alberdiano: “Y lo hicimos tomando como faro las ideas liberales de nuestro máximo pensador nacional, Juan Bautista Alberdi, que nació en esta misma ciudad y cuyos restos yacen a pocas cuadras de aquí.” (Milei, 2024).
Se necesitarían varios tomos para explicar cómo y de qué manera Alberdi es liberal, cuando en sus Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina (1852-1858) justifica la definición de un poder ejecutivo fuerte. Dice Alberdi que “la república argentina, simple asociación tácita e implícita por hoy, tiene que empezar por crear un gobierno nacional y una constitución general, que le sirva de regla” (1915, p. 36). Para el mismísimo Alberdi, no hay todavía una Nación.
Volviendo al discurso de Milei, escuchamos afirmar en cambio que “Fue ese gesto patriótico de quienes depusieron las armas para convenir un proyecto de nación, el puntapié inicial de un proceso asombroso: la erupción de la Argentina como un volcán, desde las profundidades del abismo hasta la altura de los cielos” (Milei, 2024). Nada más alejado de ello. La construcción de una historia iniciada en 1810, con los antecedentes de las invasiones inglesas que Buenos Aires supo repeler, y que conmemora con mayor énfasis el 25 de Mayo que el día de la Independencia, intentando correr una vez más el epicentro hacia el puerto, y celebrando el día de la Constitución cual santoral, pacificando a Alberdi en el panteón nacional, es fruto, entre otras intervenciones, de la educación patriótica promovida por José María Ramos Mejía desde el Consejo Nacional de Educación (Guic: 2023).
En este sistema argumental donde une la Constitución como programa de Alberdi con el gran Pacto que establece el crecimiento de una Nación que todavía no existe, ni siquiera en forma declarativa, afirma Milei:
Esa Constitución nos dio medio siglo de crecimiento y desarrollo económico, y como consecuencia de ese desarrollo económico, nos trajo avances en todas las esferas de la actividad humana. Fue, sin lugar a dudas, la época dorada de nuestro país, que nos puso en la cima, codo a codo con las grandes naciones del mundo. Y en la base de ese largo proceso, tuvimos siempre, inconmovibles, un conjunto de principios, ideas y objetivos comunes (2024).
Aquí aparece el patriotismo que intenta imponer una fecha sobre otra, desatendiendo que, por el lugar y el día: Tucumán en la víspera de la conmemoración de la gesta independentista, hubiera sido oportuno redefinirlo como Pacto de Julio, dejando de insistir en mayo, cuestión al menos llamativa. Ahora bien, Milei se refiere a la Declaración de la Independencia de la siguiente manera:
El 9 de julio de 1816, la firma del acta de la Declaración de la Independencia marcó el fin de la Revolución y el comienzo del nuevo orden, el orden de las Provincias Unidas del Río de la Plata ahora independientes de la metrópoli española y con la vocación de darnos a nosotros mismos un gobierno. El 9 de julio de 2024, con la firma de este Acta de Mayo, con representantes de todos los sectores de la política y la sociedad, anunciamos también el puntapié inicial de un nuevo orden para nuestro país. (2024)
La fecha germinal de los futuros proyectos republicanos no es más que la clausura del proceso revolucionario y el comienzo de las “Provincias Unidas” que, como la historia nos trae, estarán unidas, desde 1820 y en adelante, gracias a los lazos de la Confederación rosista.
En su convocatoria a los sectores de la política y de la sociedad, Milei alega: “No miramos para atrás, no mantenemos rencores. Creemos que lo único que tiene que hacer la política es discutir ideas y llevar esas ideas a la realidad” (Milei, 2024). Pues bien, todo el discurso del presidente promueve una evocación y una mirada muy particulares del pasado.
Para el presidente, los puntos preestablecidos del Pacto son inclaudicables. Por tal motivo no admiten cambio, no son fruto de las resultantes del debate y posterior acuerdo. De hecho, y para finalizar, Milei agradece a quienes adhirieron con su presencia, reconociéndoles su firma como un “gesto patriótico”, mismo gesto patriótico que le confería a los constitucionales del ’53.
En síntesis, el discurso del presidente se posiciona en un lugar fundacional de la historia de nuestro país, la firma de la declaración de la emancipación, y desde allí, dándole la espalda al Tucumán de la Independencia, no hace otra cosa que revindicar un Pacto de Mayo, que habría convocado en la provincia de Córdoba y una Constitución que no fue en su origen nacional.
Bibliografía
Constitución de la Confederación Argentina (1853). Buenos Aires: Ministerio de Justicia. Disponible: https://www.infoleg.gob.ar/?page_id=3873
Guic, L. (2023). El gobierno de la educación común. Buenos Aires: Teseo.
Milei, J. (2024, 9 de julio de 2024). “Palabras del presidente, Javier Milei, en la firma del Pacto de Mayo”. Disponible: https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/50568-palabras-del-presidente-javier-milei-en-la-firma-del-pacto-de-mayo
Rojas, R. (1915). Las bases por Alberdi. Buenos Aires: Librería La Facultad.
Sobre la autora
Laura Susana Guic es Maestra, Licenciada y Especialista en Educación, Magister en Metodología de la Investigación Científica y Doctora en Educación. Docente de grado en Universidad Nacional de Lanús y de grado y doctorado en Universidad del Salvador. Miembro del Centro de Investigaciones Históricas y del Área de Historia del Departamento de Humanidades y Artes (UNLa). Autora de los libros Claves para leer Las Multitudes Argentinas de José María Ramos Mejía (2021) y El Gobierno de la Educación Común. Estudio de las políticas educativas del Consejo Nacional de Educación hacia el Centenario de la Revolución de Mayo (2023). Se especializa en historia de la educación Argentina.